lunes, 13 de abril de 2015

Cieza - Ranero: 1 - 1



 Encuentro que enfrentaba a segundo contra tercero. Tercer 1 -1 consecutivo.

Interesante partido. Estaba en juego la segunda plaza de la clasificación. El partido respondió en el campo a la expectación que suscitaba, aunque en la grada, la afición local se excedió antes, durante y después del partido. Vale que hay que animar, pero de eso a ofender, buscar al rival, tratar de encontrar una razón (bueno un pretexto, pues en sí es una sinrazón) para hallar un enfrentamiento, hay un trecho muy grande que nadie debería cruzar.  

Centrándonos el partido decir que la primera parte fue equilibrada,  jugada con fuerza y de poder a poder, aunque era el  Ranero quien controlaba el partido. Un par de ocasiones sin concretar, una balón al palo y un gol anulado a Javi por fuera de juego (más que dudoso a mi modo de ver) son muestra de ello. No obstante, en la última jugada de la primera parte fue el Cieza quien estrelló un balón en el larguero. 

La reanudación fue fulgurante.  Tanto que el gol de Cobos fue semejante a algunos de los que marcaba de alevín: saque de centro de campo y gol. Fue tan rápido que a mí me pillo pagando en la cantina. Me lo perdí.  Supuso el 0-1 y el Ranero pudo, con un poco de acierto, sentenciar el partido en un par de contras. 

Cuando faltando 20 minutos el Cieza se quedó con 10 jugadores, todo parecía acabado. Pero no fue así.  La actuación del árbitro hasta ese momento impecable, pese al gol anulado, se vio condicionada por esa rigurosa expulsión. Eso se dejo notar en el campo. A partir de ese momento pitar una falta en contra del Cieza se convirtió en algo anecdótico y una heroicidad. Eso facilitó el robo de balón y el apretón final del Cieza que aprovechó el Cieza para empujar y empuja y encerrar al Ranero.  Este resistió hasta el tiempo de descuento. Una falta lateral, un barullo en el área y el Cieza, logró empatar y conservar la segunda plaza. 



Lo mejor del partido: “salimos vimos “, que tal y como recibieron al equipo y se pusieron las cosas no es poco. 

Lo peor: el comportamiento de un grupo de aficionados del Cieza que recibieron al entrenador rival y a un grupo de jugadores con insultos y amenazas incluso una hora antes del encuentro. 

La anécdota:  “el pequeño pequinés” que no dejo de ladrar en toda la segunda parte al grito de “busco pelea”, “me da igual que sea grande o chico”, “no hay cojones”… Una auténtica mosca cojonera que no paro de revolotear a mi alrededor  toda la segunda parte… ¡que pesadilla!.

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